viernes, 5 de julio de 2013

El lado oscuro de los antibióticos


Todo el mundo sabe que los antibióticos son medicamentos necesarios para combatir las infecciones producidas por bacterias. Su empleo es indiscutible; sin embargo, además de matar a las bacterias, a largo plazo los antibióticos podrían causar disfunción mitocondrial y cargar de estrés oxidativos a las células mamíferas sanas.

Los resultados de un estudio publicado en Science of Translational Medicine podrían ayudar a explicar por qué muchos medicamentos, como los antibióticos, causan problemas para a los pacientes cuando se administran en regímenes de largo plazo.

No se trata, dicen los investigadores de la Harvard University en Boston (EEUU), de dejar de tomar antibióticos. Los antibióticos han sido durante mucho tiempo un arma esencial en la lucha contra las infecciones y la enfermedad. Pero ahora, además de las advertencias sobre un uso excesivo de los antibióticos que está generando la aparición de multirresistencia, tanto en el ámbito médico como en la agricultura, ahora, según este trabajo, aparece un nuevo elemento el debate de los antibióticos, su efecto sobre las células sanas.

De acuerdo con este trabajo, el uso de antibióticos a largo plazo se ha relacionado con varios efectos secundarios, incluyendo pérdida de oído y daño renal. Desde siempre se ha pensado que los antibióticos podrían desencadenar la producción de especies reactivas del oxígeno (ROS por sus siglas en inglés), que destruyen el ADN bacteriano. Sin embargo, no está demasiado claro sobre si los antibióticos también inducen ROS en células mamíferas.

Células sanas estresadas



En este trabajo, coordinado por Sameer Kalghatgi, se han investigado los efectos de antibióticos específicos para células de mamíferos. Así, los investigadores observaron que tres diferentes tipos de antibióticos bactericidas (quinolonas, betalactámicos y aminoglicósidos) inducían la producción de ROS en cultivos de células humanas en el laboratorio. Y vieron que este estrés oxidativo causa daño en el ADN, en las proteínas y en los lípidos de membrana sanos.

Cuando analizaron los resultados con más detalle, los autores descubrieron que los antibióticos bactericidas afectaban a la cadena de trasporte de electrones mitocondriales de las células, como resultado de una acumulación de ROS. Los ratones a los que se les administraron dosis clínicas de antibióticos bactericidas mostraron señales similares de daño oxidativo en su sangre y en las glándulas mamarias. Sin embargo, el tratamiento con el potente antioxidante acetilcisteína N revirtió el daño causado por ROS, sin comprometer las propiedades de los antibióticos.



Otro dato importante del trabajo es que los autores descubrieron que la tetraciclina, un antibiótico bacterioestático que limita el crecimiento de las bacterias pero no las mata,no inducía el daño causado por ROS en las células. Estos datos sugieren que el daño celular que causan los antibióticos bactericidas podría ser prevenido con el consumo de antioxidantes o si se sustituyen por antibióticos bacterio-estáticos. Sin embargo, reconocen, que harán falta más estudios para confirmar los efectos del estrés oxidativo de estos medicamentos en humanos.
nota
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