La Unión Europea se prepara para el impulso tecnológico de Galileo, un sistema de navegación propio que será más avanzado que el GPS estadounidense y que puede llevar a la industria europea a un liderazgo mundial, indicó hoy a Efe el director del programa, el ingeniero español Javier Benedicto.
“Galileo superará en precisión, disponibilidad del servicio y fiabilidad” al GPS, explica Benedicto desde ESTEC, el centro que reúne la capacidad técnica y de gestión de programas de la Agencia Espacial Europea, desde donde se “pilotan” los diferentes contratos con la industria europea para la fabricación de los satélites, las estaciones terrenas o los centros de control.
“Desde aquí concebimos el sistema bajo un punto de vista técnico, lo desplegamos en todo el mundo y lo ponemos en funcionamiento”, señala a Efe el jefe del proyecto, al que la UE quiere dotar con 7.000 millones de euros entre 2014 y 2020.
Benedicto (Barcelona, 1957) está convencido de que, a pesar de que Galileo genera ya en su periodo de fabricación gran actividad empresarial, las grandes ventajas que supondrá para la industria europea están aún por llegar.
“El gran beneficio de Galileo estará en la puesta en marcha de las aplicaciones y los servicios”, señala en referencia al gran número de empresas de pequeño y mediano tamaño que, “con la imaginación que yo creo que caracteriza a Europa”, desarrollará las utilidades del nuevo sistema.
Las compañías europeas tendrán terreno para crear una serie de aplicaciones y servicios que ya están en marcha hoy en día con el sistema estadounidense GPS, pero que gracias a las tecnologías más avanzadas en que se apoyará Galileo “podrán ir más allá”.
“Esperamos ser líderes mundiales desde Europa, desde empresas europeas, en lo que respecta a aplicaciones de navegación por satélite”, resume el ingeniero español.
Benedicto considera que Europa tiene una “necesidad clara” de desarrollar su propio sistema de navegación por satélite en respuesta a la voluntad política de los gobiernos y de la UE, y ante la importancia que esas aplicaciones tienen tanto a nivel social como económico.
Galileo cuenta ya con cuatro satélites en órbita de los 30 que completarán su constelación para 2020, que en marzo consiguieron por primera vez determinar una posición sin apoyarse en la señal del sistema GPS “con resultados brillantes y esperanzadores”.
Eso “nos da absoluta confianza en el hecho de que va a ser un sistema de prestaciones muy superiores a lo que tenemos hoy en día”, dijo a Efe Benedicto.
También espera que se puedan lanzar dos satélites más en los últimos meses de este año y que para 2014 haya un máximo de catorce, de forma que a finales del año próximo Galileo empiece a ofrecer sus primeros servicios de cobertura global, que en esa etapa inicial estarán combinados con la señal GPS.
“Lo que veremos el año próximo será ya, a nivel de nuestro teléfono móvil, nuestro navegador en el vehículo o bien aplicaciones profesionales para el guiado de aviones, buques o trenes, unos servicios con una disponibilidad y precisión mucho mejores respecto a lo que tenemos hoy en día”, señaló.
Para ello, los fabricantes están ya integrando en los receptores (de los cuales ya hay varios millones vendidos) la funcionalidad de Galileo junto con la que ya existe del GPS.
“Con Galileo pienso que vamos a demostrar, una vez más, que sabemos poner en marcha un sistema de alta tecnología, muy complejo, y que sabe responder a la expectativa de los ciudadanos, de la sociedad en general”, indica Benedicto, para quien España ha desempeñado “desde el principio un papel muy importante en la génesis y puesta en marcha” del proyecto.
Según explica, el apoyo de España a Galileo es “muy superior” a su nivel de contribución medio en programas espaciales, lo que demuestra que la industria española “invirtió en su momento y llegó a tener un nivel de competencia y competitividad muy importante” en el campo de la navegación por satélite.
Empresas españolas están construyendo “elementos muy importantes” tanto del segmento terreno como del espacial: equipos dentro de los satélites, antenas y elementos de los centros de control.
Participan también “de forma muy activa” en los estudios de la próxima generación de Galileo a partir de 2020, “ya que la navegación por satélite va a evolucionar todavía más”.
En el equipo que dirige Benedicto en ESTEC, con sede en Noordwijk (Holanda) y compuesto por unas 200 personas, trabajan cerca de 30 españoles.
“Tenemos en España una gran capacidad tecnológica y de innovación para contribuir en ese proyecto”, concluyó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario