
La Fundación Alternativas publica este miércoles el 'Informe sobre la Democracia en España', a la que otorga un 5,2 de nota media la insatisfacción con el funcionamiento de la democracia se sitúa en nuestro país 17 puntos porcentuales por encima de la media europea.
A pesar de la crisis social, política e institucional no ha habido un "estallido", algo que desde la Fundación achacan al "miedo" por la situación económica.La crisis económica y su gestión han provocado en España una crisis social, política e institucional sin precedentes en el último año. La calidad democrática del país se ha resentido "dramáticamente" y ha experimentado un "gran salto hacia atrás". Es la principal conclusión del Informe sobre la Democracia en España de la Fundación Alternativas, que se ha presentado este miércoles en Madrid.
Según el documento, el estado de la democracia en España alcanza una nota media de 5,2, un punto menos que en 2008, año en que hizo su primera encuesta a expertos. No obstante, fue el año 2012 el peor desde entonces, el que concentró el 60% (0,6 puntos de caída respecto a 2011) del total de descenso de la calificación de la democracia desde que se inició la consulta, según ha confirmado la directora de la Fundación, Belén Barreiro.
La insatisfacción con el funcionamiento de la democracia se sitúa en España 17 puntos porcentuales por encima de la media europea y las bases de apoyo al sistema político y económico se han "roto", dice el texto, añadiendo que la desconfianza en el Gobierno y en el parlamento son la segunda y la tercera más altas de la Unión Europea; la desconfianza en la Unión Europea se sitúa en segunda posición.
El informe explica que la situación económica de España no solo se debe al Gobierno del PP —sí la "brutal aceleración de las tendencias", apunta—, pero que "el único activo" que puede exhibir el partido en el Ejecutivo durante 2012 "es haber evitado esa intervención del país, aunque la hubo en el sistema financiero a cambio de una póliza de crédito de hasta 100.000 millones de euros".
29 decretos ley "sin debate"

El sociólogo e investigador Ignacio Urquizu, por su parte, cree que esta "erosión de la democracia" tiene dos dimensiones: una nacional, marcada por la forma de gobernar de Mariano Rajoy, y otra internacional, condicionada por la Unión Europea. "El Gobierno está decidido a gobernar sin debate", ha afirmado, quien basa esta afirmación en el excesivo número de decretos ley aprobados por el Ejecutivo del PP en su primer año de legislatura, 29.
En el desgaste de la democracia, también ha influido, en su opinión, la "intromisión" de la Unión Europea en asuntos que no le competen, como ocurrió cuando el Banco Central Europeo remitió una carta a los gobiernos de España e Italia "con órdenes sobre las pensiones, la educación o la Constitución".
Según Barreiro, la sociedad española es más desigual y está más dividida, el euroescepticismo va en aumento, la democracia española está cada vez más intervenida, las políticas económicas son democráticamente insostenibles, los ciudadanos no saben a quién votar y la abstención es su primera opción, mientras la opinión pública se polariza entre los que prefieren un Estado centralizado y los que defienden posiciones independentistas.
Presión ciudadana en aumento
Frente a esta situación, en opinión de Urquizu, el sistema aún cuenta con dos grandes fortalezas: la estabilidad que otorga el sistema actual a los gobiernos y la movilización social, con 33.000 solicitudes de manifestación en 2012, lo que supone que en el último año se produjeron casi 90 manifestaciones diarias.
Sin embargo, esta presión ciudadana en aumento no se ha traducido en un "estallido social", porque, según Belén Barreiro, el "miedo" por la situación económica lo impide, pero "cuando la economía se recupere y los ciudadanos no estén permanentemente angustiados por cómo llegar a fin de mes, comenzarán a reclamar".
No obstante, ha precisado que no hay datos que expliquen por qué no se ha producido ese estallido y ha afirmado que "quizá falta esa última gota que colma el vaso". Tampoco los partidos al alza, como IU o UPyD, han sabido aglutinar ese descontento, a su entender, porque "están liderados por personas mayores de 60 años" y los ciudadanos "sienten que son parte de lo mismo".
"No hay un elemento renovador", ha concluido Barreiro, mientras que Urquizu ha recalcado que las expectativas electorales de estos partidos no se corresponden con los datos actuales, ya que el bipartidismo PP-PSOE baja, porque desciende "muchísimo" la participación.
A pesar de la crisis social, política e institucional no ha habido un "estallido", algo que desde la Fundación achacan al "miedo" por la situación económica.La crisis económica y su gestión han provocado en España una crisis social, política e institucional sin precedentes en el último año. La calidad democrática del país se ha resentido "dramáticamente" y ha experimentado un "gran salto hacia atrás". Es la principal conclusión del Informe sobre la Democracia en España de la Fundación Alternativas, que se ha presentado este miércoles en Madrid.
Según el documento, el estado de la democracia en España alcanza una nota media de 5,2, un punto menos que en 2008, año en que hizo su primera encuesta a expertos. No obstante, fue el año 2012 el peor desde entonces, el que concentró el 60% (0,6 puntos de caída respecto a 2011) del total de descenso de la calificación de la democracia desde que se inició la consulta, según ha confirmado la directora de la Fundación, Belén Barreiro.
La insatisfacción con el funcionamiento de la democracia se sitúa en España 17 puntos porcentuales por encima de la media europea y las bases de apoyo al sistema político y económico se han "roto", dice el texto, añadiendo que la desconfianza en el Gobierno y en el parlamento son la segunda y la tercera más altas de la Unión Europea; la desconfianza en la Unión Europea se sitúa en segunda posición.
El informe explica que la situación económica de España no solo se debe al Gobierno del PP —sí la "brutal aceleración de las tendencias", apunta—, pero que "el único activo" que puede exhibir el partido en el Ejecutivo durante 2012 "es haber evitado esa intervención del país, aunque la hubo en el sistema financiero a cambio de una póliza de crédito de hasta 100.000 millones de euros".
29 decretos ley "sin debate"
El sociólogo e investigador Ignacio Urquizu, por su parte, cree que esta "erosión de la democracia" tiene dos dimensiones: una nacional, marcada por la forma de gobernar de Mariano Rajoy, y otra internacional, condicionada por la Unión Europea. "El Gobierno está decidido a gobernar sin debate", ha afirmado, quien basa esta afirmación en el excesivo número de decretos ley aprobados por el Ejecutivo del PP en su primer año de legislatura, 29.
En el desgaste de la democracia, también ha influido, en su opinión, la "intromisión" de la Unión Europea en asuntos que no le competen, como ocurrió cuando el Banco Central Europeo remitió una carta a los gobiernos de España e Italia "con órdenes sobre las pensiones, la educación o la Constitución".
Según Barreiro, la sociedad española es más desigual y está más dividida, el euroescepticismo va en aumento, la democracia española está cada vez más intervenida, las políticas económicas son democráticamente insostenibles, los ciudadanos no saben a quién votar y la abstención es su primera opción, mientras la opinión pública se polariza entre los que prefieren un Estado centralizado y los que defienden posiciones independentistas.
Presión ciudadana en aumento
Frente a esta situación, en opinión de Urquizu, el sistema aún cuenta con dos grandes fortalezas: la estabilidad que otorga el sistema actual a los gobiernos y la movilización social, con 33.000 solicitudes de manifestación en 2012, lo que supone que en el último año se produjeron casi 90 manifestaciones diarias.
Sin embargo, esta presión ciudadana en aumento no se ha traducido en un "estallido social", porque, según Belén Barreiro, el "miedo" por la situación económica lo impide, pero "cuando la economía se recupere y los ciudadanos no estén permanentemente angustiados por cómo llegar a fin de mes, comenzarán a reclamar".
No obstante, ha precisado que no hay datos que expliquen por qué no se ha producido ese estallido y ha afirmado que "quizá falta esa última gota que colma el vaso". Tampoco los partidos al alza, como IU o UPyD, han sabido aglutinar ese descontento, a su entender, porque "están liderados por personas mayores de 60 años" y los ciudadanos "sienten que son parte de lo mismo".
"No hay un elemento renovador", ha concluido Barreiro, mientras que Urquizu ha recalcado que las expectativas electorales de estos partidos no se corresponden con los datos actuales, ya que el bipartidismo PP-PSOE baja, porque desciende "muchísimo" la participación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario