Lucian Bucur nació en Transilvania, pero desde que llegó a España hace ocho años para desarrollar su carrera como economista, en Valencia, no ha dejado de interesarse por la política nacional, manteniéndose siempre a la escucha de la actualidad y sus protagonistas. Esa afición, unida a su gusto por los números y la transparencia, ha cristalizado en un proyecto llamado El Mentirómetro, una página web que se ha convertido en la primera hemeroteca online especializada en los embustes de los políticos españoles.
La idea se le ocurrió a este rumano de 34 años cuando, poco después de que Mohamed Morsi ascendiese al poder en Egipto, escuchó por la radio que en el país de Oriente Medio los ciudadanos habían creado una web llamada Morsimeter, dedicada a recapitular las promesas incumplidas del presidente. En la misma línea, El concepto de la plataforma árabe estaba inspirado en el portal estadounidense Politifact, popularizado porque en su momento obtuvo elPremio Pulitzer y por su famoso Obameter, con una filosofía similar.
Entonces, Bucur pensó en dedicarle una plataforma a Mariano Rajoy, pero pronto se dio cuenta de que no sería justo, y que todos los políticos se merecían palos por igual. Con esa vocación de neutralidad nació El Mentirómetro. "Además, si Rajoy se va de el poder, tendría que hacer una plataforma nueva dedicada a otro político", explica a Teknautas Lucian Bucur.
Mentiras de izquierdas y derechas
"Yo llevo en España ocho años, y empecé a darle vueltas al asunto hace más de un años, más que nada porque tengo amigos de izquierdas y de derechas, y los primeros sólo despotrican sobre la trama Gurtel y los segundos sobre los ERE falsos de Andalucía. Mi idea era pillar una tabla de Excel con los datos de unos y de otros y darles a todos en la cabeza", dice el economista.
"Enfoqué la web para que participe la gente, y que sean los propios usuarios quienes aporten las mentiras, aunque después hay un proceso de moderación para comprobar que la fuente es real. Intentamos mantener un rigor, pretendemos ser una hemeroteca neutral sobre la coherencia de los políticos", añade.
Aunque considera que las mentiras no son patrimonio exclusivo de los políticos españoles -
"para ganar las elecciones Bush llegó a decir que jamás subiría los impuestos, y fue lo primero que hizo-, a Bucur le sorprende que "la gente es capaz de defender a un personaje que dice A y hace B, y que con un poco de marketing vuelve a ser querido", lamenta.
Una masa crítica de mentiras
"para ganar las elecciones Bush llegó a decir que jamás subiría los impuestos, y fue lo primero que hizo-, a Bucur le sorprende que "la gente es capaz de defender a un personaje que dice A y hace B, y que con un poco de marketing vuelve a ser querido", lamenta.
Una masa crítica de mentiras
Aunque la plataforma nació el año pasado, su lanzamiento oficial se hizo el pasado mes de marzo porque la hemeroteca no contaba con el suficiente número de mentiras, por lo que un equipo externo de colaboradores se ha encargado de nutrir el sistema con embustes históricos para alcazar una masa crítica de embustes, "como el caso de Pepiño Blanco, que dijo que sus hijos habían estudiado en una escuela privada porque en la pública no se impartía inglés", apunta.
Hoy por hoy, después de apenas tres meses de existencia, El Mentirómetro cuenta con más de 1.000 usuarios registrados, y la participación, aunque no es todo lo alta que él quisiera, están aumentando cada día, a la espera de que la plataforma se convierta en una herramienta capaz de mejorar la salud de la política española, poniendo en evidencia las afirmaciones de los políticos de todos los colores. "El Mentirómetro pretende ser una Wikipedia de las mentiras, una base de datos estructurada cuyo contenido lo aportan los usuarios y cuyos dos pilares sean la transparencia y el rigor", remata Bucur.
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