Transcurren las horas y el Gobierno Rajoy todavía continúa agazapado y en silencio, incapaz por tanto de desmontar, una tras otra, todas las afirmaciones, como mínimo verosímiles, de Luis Bárcenas en sus cuatro horas largando cuanto sabe,que es mucho por razones obvias,ante el periodista Pedro j.Ramírez
Situación patética
La situación para el PP es, desde hace veinte años o más, patética. La obsesión del aún presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy Brey, por eludir -como siempre hace- sus responsabilidades sólo conduce al abismo y al desastre.
Datos objetivos, como es lógico
Si las revelaciones de Bárcenas -que se vienen arrastrando desde hace demasiado tiempo- no fueran más o menos verdad, huelga decir que ya habría el Ejecutivo difundido urbi et orbe los datos objetivos que, como es lógico, deberían haber sido revisados por Rajoy y sus leales- y divulgados de inmediato a la ciudadanía.
Tan grande el escándalo, tan putrefacto
Es tan grande el escándalo, tan putrefacto, que durante varios años se han sucedido los episodios más sórdidos, atribuibles en buena parte a la trama Gürtel, cuyos promotores más relevantes eran personas de la mayor confianza de José María Aznar,de Ana Botella, actual alcaldesa de Madrid, y también, sobre todo, de Alejandro Agag, el yernísimo, un tipo de facto sucesor del marqués de Villaverde. Y así seguimos, día a día, semana a semana, mes a mes, año a año.
“200.000 euros de comisión”
¿Qué mentiras, balbuceos y engaños nos dirá la secretaria general del PP, la cínica María Dolores de Cospedal, si es que se atreve a explicar ella lo wue contó que Ramírez el multimillonario Bárcenas
“Ante el estupor de Arenas y Rajoy, Bárcenas describió entonces el cobro de una comisión de 200.000 euros por encargo del PP de Castilla-La Mancha, a cambio de la adjudicación de una contrata municipal en Toledo a una empresa de construcción y servicios cuyo polémico presidente aparece en la lista de donantes del partido”.
“Templanza, Luis, templanza”
Cuando Bárcenas les mostró acreditativos de la operación, Rajoy se echó literalmente las manos a la cabeza y -siempre según los recuerdos del ex tesorero- exclamó: “¡Por Dios, Luis, cómo puedes tener estos papeles!”. Y cambió el tono y dijo con acento de patriarca: “Templanza, Luis, Templanza”, añadiendo:
“Eres víctima de una persecución política. Esto no va contra ti, va contra a mí”. Tras haber observado toda España y otros países que el PP se ha convertido en un erial de mierda y que Rajoy ha contemplado los acontecimientos sin hacer el más mínimo intento de limpiar Génova 13, resulta estúpido sostener que se trata de una “persecución política”
Pedro J. Ramírez -al que en esta ocasión felicitamos por sus cuatro horas con Bárcenas- le dijo al tesorero infiel: “En cualquier circunstancia lo último que le conviene a cualquier democracia es estar asentada sobre la mentira”. Y eso es lo que le ocurre al Partido Popular. O callan o mienten. Y, llegados a la coyuntura en la que nos encontramos, sólo queda que Rajoy y su Gobierno dimitan y abandonen sus poltronas.
Alibabá
España no puede ni un minuto más tener como partido gobernante a quienes circulan por las cloacas de la corrupción. Y es que el PP no se parece a un partido, sino la cueva de Alibabá. Y suma y sigue.
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