domingo, 14 de julio de 2013

Un estudio histórico defiende que la muerte de Filipo II tuvo un móvil sexual

Un estudio realizado desde el Departamento de Ciencias de la Antigüedad y de la Edad Media de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) defiende que la muerte de Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, a manos de su guardaespaldas Pausanias, en el año 336 a.C, tuvo un móvil sexual.

La muerte de Filipo II ha sido ampliamente tratada por investigadores de todas las épocas pero, hasta ahora, no había sido considerada como parte de una serie de aspectos culturales derivados de las relaciones sociales, políticas y sexuales.
El trabajo de la UAB, además de aproximarse a los hechos de una forma nueva, profundiza en el conocimiento de la historia griega clásica, según el doctor en Historia de Grecia, Borja Antela-Bernárdez (Moaña- Pontevedra, 1977), del Departamento de Ciencias de la Antigüedad y de la Edad Media de la UAB.
Filipo II fue un militar, político y diplomático, que supo convertir un territorio marginal, Macedonia, en la época clásica de la Grecia antigua, en el centro de poder emergente más destacado del primer milenio en el Mediterráneo hasta la subida de Roma.
Fue asesinado por su guardaespaldas de confianza, Pausanias, cuando bordeaba los 50 años y durante la celebración de la boda de su hija, Cleopatra, hermana de Alejandro Magno.
Algunos historiadores ven la mano de su viuda, la reina Olimpia, en el magnicidio, e incluso otros han implicado a su hijo Alejandro, por la mala relación que parece que tuvieron en los últimos meses anteriores a la tragedia.
“A veces, la mejor explicación no es la más compleja. Con el fin de revisar los datos, nos hemos aproximado a la cuestión desde un punto bastante diferente, como es la sexualidad de los personajes”, ha explicado Antela-Bernárdez.
Según el historiador, “sabemos que Filipo y Pausanias tuvieron en algún momento un cierto ‘affaire’ amoroso. Nada extraño en el marco cultural de las relaciones entre hombres en la antigua Grecia”.
“Sabemos también que, una vez Pausanias perdió el lugar central del corazón de Filipo, un aristócrata cercano al poder llamado Atalo invitó Pausanias a un banquete, y una vez allí, le emborrachó y luego dio su cuerpo ebrio a sus sirvientes por que abusaran de él”.
Los historiadores creen que tras esta agresión, Pausanias acudió a Filipo “a buscar la venganza personal y la justicia del rey”, pero éste hacía tiempo que buscaba obtener el apoyo de Atalo, y sobre todo, de la aristocracia territorial tradicional que este general lideraba, para poder iniciar su campaña militar contra Persia.
Fue por esta falta de reacción de Filipo, que Pausanias decidió vengarse y aprovechando la celebración, mató Filipo ante toda la corte macedonia.
Sin embargo, el trabajo Antela-Bernárdez se pregunta “¿por qué Atalo decidió agredir sexualmente a Pausanias?” y ¿por qué Pausanias buscó su venganza en Filipo cuando el agresor había sido Atalo?”
“La primera pregunta ha de valorarse en relación con la situación política de la Macedonia del momento. Filipo necesita el apoyo aristocrático. Atalo es claramente un líder para esta aristocracia, como demuestra la boda de Filipo con la sobrina de Atalo, también llamada Cleopatra, un enlace matrimonial que a la vez podía llegar a poner en peligro la supremacía de Alejandro como heredero al trono”.
Antela-Bernardez defiende que, como guardaespaldas y huésped de Filipo, cualquier injuria que recibiera Pausanias era ‘de facto’ una agresión contra su tutor y señor, Filipo.
“Por ello, Atalo no pretende en ningún momento agredir a Pausanias, sino que su insulto está dirigido contra Filipo, simplemente por que se encuentra en posición de poder hacerlo y esto le permite demostrar el dominio que tiene sobre el rey”, asegura el doctor en historia.
De la misma manera, Pausanias no pide responsabilidades a su agresor, Atalo, sino a su tutor y señor, Filipo, al entender que el agredido real es el rey, y por tanto, que es a él, no como rey sino como responsable de su seguridad, a quien le corresponde reclamar al agresor su delito.
Y como no consiguió respuesta a su petición de justicia, decidió vengarse en la persona de Filipo.
La muerte de Filipo II de Macedonia, de quien el historiador Teopompus escribió que nunca Europa había visto a un hombre como él, “refleja no sólo unos acontecimientos, sino también toda una serie de consideraciones culturales derivadas de las relaciones sociales y sexuales, el análisis de las que nos permite tomar un nuevo punto de visto sobre los hechos”, ha concluido el historiador.

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