
Cada año se descubren 22.000 casos nuevos de cáncer de mama en España, afirma José Enrique Alés, del Grupo de Epidemiologia y Quimioterapia de la Geicam (Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama). De éstos, 6.000 acaban en muerte. La buena noticia es que ocho de cada diez pacientes sobrevive a la enfermedad cinco años después del diagnóstico.
La cirugía conservadora, los avances en radioterapia y los tratamientos adyuvantes con quimioterapia y hormonoterapia permiten controlar la progresión y aumentar las tasas de supervivencia en la mayoría de los tumores de mama y hoy, el cáncer de mama es una enfermedad cuya esperanza de vida se sitúa ya por encima del 80% a los cinco años tras el diagnóstico. No obstante, los aproximadamente 26.000 nuevos casos obligan a intensificar los esfuerzos preventivos, clínicos y de investigación, para hacer frente a los nuevos retos asociados al abordaje de las pacientes con cáncer de mama avanzado y las largas supervivientes que exigen la búsqueda de nuevas pautas y regímenes de fármacos oncológicos.
El conocimiento de la biología del tumor ha permitido una mejor clasificación y ha facilitado la investigación y puesta a disposición de un importante arsenal terapéutico, casi individualizado, con importantes resultados y preservando la calidad de vida de las pacientes. «La constatación de que el cáncer de mama no es una enfermedad sino varias y muy diversas en función de los subtipos moleculares ha abierto la puerta a nuevas aproximaciones más efectivas sobre el tumor y menos tóxicas que la quimioterapia tradicional. Decididamente, en los últimos años hemos cambiado la forma de tratar a las pacientes con cáncer de mama», afirma Richard Finn, del Jonsson Comprehensive Cancer Center de la Universidad de UCLA (EE.UU.).
De hecho, la investigación oncológica se ha orientado en los últimos años a combatir los tres grandes tipos tumorales existentes en cáncer de mama: HER2+, que agrupa al 20%-25% del total; los tumores con receptores hormonales positivos, el tipo más numeroso con algo más de la mitad de los casos y el triple negativo, origen del 15% a 20% de los tumores mamarios.
Avanzado
Gracias a la investigación se han identificado los principales motores que hacen progresar el cáncer de mama en algunos de estos subtipos clínicos. Pero aún son necesarios muchos esfuerzos para el abordaje de los tumores en fase avanzada. Para Fátima Cardoso, del Instituto Champalimaud de Lisboa (Portugal) deberían aplicarse al cáncer de mama avanzado los mismos principios que la oncología moderna utiliza para los tumores en estadios iniciales. «Cada subtipo de cáncer de mama avanzado debe tener un tratamiento específico, tal y como ocurre en los tumores detectados en fase precoz. Cuanto más tiempo consigamos controlar un tumor sin cambiar de tratamiento, más tiempo ganaremos en cada etapa y no agotaremos rápidamente el arsenal terapéutico».
Los expertos estiman que entre un 10% y un 15% de los tumores de mama se diagnostican en fase avanzada, y alrededor del 30% de los tumores diagnosticados precozmente sufrirán una recidiva entre diez y 20 años después, a pesar de contar con los mejores tratamientos. Ante un caso de tumor avanzado el objetivo de los expertos se centra en «cronificarlo» y transformarlo en una enfermedad crónica que evoluciona lentamente administrando un tratamiento que tenga menores efectos secundarios y no afecte a la calidad de vida de la paciente. «La mediana de supervivencia de un tumor avanzado se sitúa en los dos o tres años, aunque hay pacientes que, gracias a los avances en investigación ya pueden llegar a 7 u 8 años», concluye Cardoso.
Recortes
Los oncólogos están preocupados por cómo están afectando los recortes presupuestarios en sanidad al acceso a la innovación, hasta el punto de que España ha pasado a ser uno de los países de Europa «que más tardan» en incorporar nuevos fármacos oncológicos, en torno a año y medio una vez aprobado y demostrada su eficacia. España ha pasado a estar a la cola en la incorporación de nuevos fármacos pese a que hace cinco años era, junto a Austria, el país europeo que más rápido incorporaba una novedad terapéutica.
Ahora, en cambio, la situación ha cambiado y «hay que esperar el precio de reembolso y luego que cada comunidad asuma o no ese precio y decida si lo va a suministrar con más o menos restricciones», señala Miguel Ángel Seguí, de la Corporación Sanitaria Parc Taulí, que apunta que la mejor opción para acceder a estas nuevas terapias pase por participar en ensayos clínicos que haya en marcha y a se ajusten a su situación, o recurrir al uso compasivo, algo que «necesita la autorización del hospital, que es el que se hace cargo de financiar el fármaco», añade José Enrique Alés, de GEICAM.
Nota
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Las decisiones relativas a la salud deben ser tomadas por un profesional sanitario, considerando las características únicas del paciente.
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