El salón comunitario del 'youth hostel' de la calle Lonja, que fue el primero de este tipo en Valencia en el año 2001
Inmuebles vacíos y rehabilitados se orientan al negocio turístico para recuperar la inversión y por los menores costes que un hotel El boom inmobilario provoca que fincas del centro histórico se transformen en alojamientos 'low cost'
El fenómeno 'low cost' se extiende por Valencia. Desde el aeropuerto, donde las compañías de bajo coste son mayoría, hasta los alojamientos turísticos de la capital. El boom hotelero de años atrás ha ido siendo sustituido por el auge de los llamados albergues de última generación, un modelo que poco tiene que ver con el que ayudó a muchos viajeros de hace varias generaciones a recorrer Europa armados sólo con una mochila.
La eclosión de los nuevos albergues, pues atrás queda también el concepto de 'youth hostel' en el que todo se compartía, tiene que ver con el despunte de Valencia como ciudad turística pero también con una realidad vinculada a la crisis económica: demasiados edificios vacíos en el centro histórico.
Muchas fincas rehabilitadas que iban a ser viviendas continúan vacías año tras año. Una forma de recuperar la inversión es transformar el inmueble en negocio turístico y ponerlo en manos de una empresa que lo gestione. Surgen así los nuevos 'hostels', alojamientos que mantienen la premisa de su bajo coste pero que tanto en su exterior como en su interior parecen hoteles. Continúan también las zonas comunes pero las habitaciones y los baños ya son privados.
Lo confirma el consultor turístico Alberto Galloso, director de la empresa Soluciones Turísticas: «Los nuevos 'hostels' son alojamientos singulares que se caracterizan, sobre todo, por tener habitaciones para dos o cuatro personas y por ofrecer tecnología, es decir, conexiones wifi gratuitas». De ahí que todos esos inmuebles con los que los promotores no saben qué hacer se hayan orientado hacia este negocio. Se suman también otras variables, por ejemplo, los menores costes de explotación, de complejidad en la gestión y salariales, puesto que las plantillas son reducidas.
Son un «sector refugio», apunta Ezequiel Tiscania, propietario del Home Hostel Valencia, el primer 'youth hostel' que abrió en la ciudad, en concreto, en la antigua pensión La Lonja, de ahí que posea una de las licencias del sector más antiguas de Valencia. «El boom inmobiliario de edificios vacíos puede provocar un exceso de oferta y perjudicar a los que llevamos tiempo en el sector y, por tanto, ofrecemos el aval de nuestra experiencia». A su juicio, demasiados 'hostels' pueden originar una bajada de tarifas y una guerra de precios porque Valencia «no tiene el mercado de otras ciudades como Barcelona, por ejemplo».
Un mismo epígrafe
Aunque el auge es visible en muchas calles del centro histórico, oficialmente, las cifras son reducidas. El problema radica en la normativa, que contabiliza 'hostels', pensiones y albergues bajo el mismo epígrafe. De ahí que las administraciones no perciban sobre el papel la evolución de este modelo. Se suman otras dos variables: los cierres de muchas pensiones en los últimos años y la apertura de 'youth hostels' y de 'hostels' como pensiones.
Así, la Agencia Valencia de Turismo sólo tiene contabilizados tres, mientras que Turismo Valencia tiene registrados 38 establecimientos como pensiones o albergues, de los que 13 son específicamente 'hostels' y suman 921 plazas de alojamiento. En este sentido, el consultor Alberto Galloso recuerda que 'hostel' es un concepto de marketing, una tendencia en el tipo de alojamiento. Por ello, aboga por una mayor claridad en la normativa turística, lo que beneficiaría un mayor control por parte de la administración sobre esta nueva pieza del sector turístico.
De forma rápida, y usando las dotes de un guía, Galloso traza el perfil de los tres. «El cliente de los albergues, ese producto que asociamos ahora al mundo rural, ha cambiado. Ha pasado del concepto 'backpacker' (mochilero) al de 'flashpacker', un usuario de tecnologías que quiere wifi y que pide un establecimiento bien céntrico y que disponga de unos servicios comunes para compartir». «Es gente que tiene experiencia en viajar, que busca alojamientos singulares y que, al mismo tiempo, quiere compartir experiencias, la convivencia, pero en zonas comunes, no en la habitación», comenta Galloso.
Uno de los alojamientos que entran dentro de esta nueva corriente de vanguardia es la cadena Ding Dong Places, que arrancó en abril de 2012 y ya cuenta con tres edificios en la ciudad. Los tres responden a la corriente de la rehabilitación: Ding Dong Nuns y Places son edificios del siglo XIX mientras que el Ding Dong Telas, en la calle de la Tapinería, era un antiguo taller y tienda de telas. En este caso, la propiedad ha mantenido la antigua fachada, lo que provoca que mucha gente «entre a preguntar si vendemos telas», detalla su directora, Paqui Varea.
Detrás de la rehabilitación está General Constructor, que cuenta con mucha experiencia en la recuperación del centro histórico. Por su aspecto, estos tres hostales podrían parecer hoteles de vanguardia. «Nuestra ventaja es la diferenciación de producto respecto a otros establecimientos similares», explica Varea. Y ahí entran las cuatro constantes de los clientes de los 'hostels': ubicación céntrica, personalidad en el edificio, precio competitivo y nuevas tecnologías en las habitaciones.
Diversificar la oferta
Junto a la profesionalidad de la gestión de este tipo de alojamientos, los expertos coinciden en destacar el peligro de la sobreoferta y de que Valencia se convierta en un destino 'low cost'. Para Alberto Galloso, «hay que buscar el equilibrio en la oferta turística, tener visitantes tanto en la parte alta como en la baja».
Y mira hacia el aeropuerto, donde la mayoría de las conexiones son de compañías de bajo coste, lo que, a su juicio, marca el tipo de turista que llega, con un menor poder adquisitivo. «Nos interesa también trabajar el turismo de eventos y congresos pero no podemos potenciarlo si no hay conexiones directas con las principales ciudades europeas». Y, advierte, «el público condiciona la oferta de ocio, restauración y comercio de una ciudad».
No obstante, Galloso menciona que es un error asociar este turismo a un nivel cultural bajo. «Buscan gastar poco en alojamiento y transporte porque es lo que les permite viajar», puntualiza el director de Soluciones Turísticas. Un aspecto que remarca Ezequiel Tiscania: «Invierten en ocio y en cultura. Es gente joven que viaja en grupo o sola y que quiere sociabilizar».
El director del Home Hostel Valencia discrepa con el papel de las aerolíneas 'low cost', que deberían potenciarse e, incluso, subvencionarse para que aumente el flujo de turistas en la ciudad. «Si se atrae gente al aeropuerto de Manises, se genera oferta de todo tipo», afirma. Y oincide en reclamar mayores conexiones con las principales ciudades europeas, «uno de los principales problemas que tiene Valencia, que corre el riesgo de quedarse atrás».
Al margen de la controversia sobre el turismo joven, la realidad es que el 30% del turismo de ocio se vincula con turistas jóvenes de entre 18 y 34 años. Y este perfil generó 2,6 millones de pernoctaciones en la ciudad en 2012, además de que no ha dejado de crecer en los últimos años, pues en una década se ha multiplicado por 3,6 según los datos de Turismo Valencia.
Para su director general, José Salinas, «el turismo joven es un sector creciente en Valencia, especialmente entre el turismo extranjero, que debemos tener en cuenta ya que el margen de crecimiento es muy amplio». El director de Turismo Valencia apunta que «la planta hotelera se ha renovado muchísimo en este segmento y las conexiones son cada vez más numerosas». Eso sí, la entidad aboga por una promoción turística de la ciudad hacia diferentes segmentos y bajo la estrategia de internacionalización».
Buscan vivencias, usan la bicicleta y gastan 130 euros
Muchas fincas rehabilitadas que iban a ser viviendas continúan vacías año tras año. Una forma de recuperar la inversión es transformar el inmueble en negocio turístico y ponerlo en manos de una empresa que lo gestione. Surgen así los nuevos 'hostels', alojamientos que mantienen la premisa de su bajo coste pero que tanto en su exterior como en su interior parecen hoteles. Continúan también las zonas comunes pero las habitaciones y los baños ya son privados.
Lo confirma el consultor turístico Alberto Galloso, director de la empresa Soluciones Turísticas: «Los nuevos 'hostels' son alojamientos singulares que se caracterizan, sobre todo, por tener habitaciones para dos o cuatro personas y por ofrecer tecnología, es decir, conexiones wifi gratuitas». De ahí que todos esos inmuebles con los que los promotores no saben qué hacer se hayan orientado hacia este negocio. Se suman también otras variables, por ejemplo, los menores costes de explotación, de complejidad en la gestión y salariales, puesto que las plantillas son reducidas.
Son un «sector refugio», apunta Ezequiel Tiscania, propietario del Home Hostel Valencia, el primer 'youth hostel' que abrió en la ciudad, en concreto, en la antigua pensión La Lonja, de ahí que posea una de las licencias del sector más antiguas de Valencia. «El boom inmobil
Muchas fincas rehabilitadas que iban a ser viviendas continúan vacías año tras año. Una forma de recuperar la inversión es transformar el inmueble en negocio turístico y ponerlo en manos de una empresa que lo gestione. Surgen así los nuevos 'hostels', alojamientos que mantienen la premisa de su bajo coste pero que tanto en su exterior como en su interior parecen hoteles. Continúan también las zonas comunes pero las habitaciones y los baños ya son privados.
Lo confirma el consultor turístico Alberto Galloso, director de la empresa Soluciones Turísticas: «Los nuevos 'hostels' son alojamientos singulares que se caracterizan, sobre todo, por tener habitaciones para dos o cuatro personas y por ofrecer tecnología, es decir, conexiones wifi gratuitas». De ahí que todos esos inmuebles con los que los promotores no saben qué hacer se hayan orientado hacia este negocio. Se suman también otras variables, por ejemplo, los menores costes de explotación, de complejidad en la gestión y salariales, puesto que las plantillas son reducidas.
Son un «sector refugio», apunta Ezequiel Tiscania, propietario del Home Hostel Valencia, el primer 'youth hostel' que abrió en la ciudad, en concreto, en la antigua pensión La Lonja, de ahí que posea una de las licencias del sector más antiguas de Valencia. «El boom inmobil
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