Tomado en exceso también puede provocar taquicardias y problemas estomacales
Una pausa para un café puede llegar a incrementar la productividad en el trabajo en hasta un 8 por ciento, según un estudio realizado en el Laboratorio de Comportamiento Humano del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Según Alex Pentland, director del instituto, el mayor rendimiento no se debe tan solo al efecto estimulante de la cafeína, sino al hecho de realizar una pausa, interactuar y comunicarse con otros compañeros de equipo de trabajo. El equipo encargado de realizar el estudio analizó este tipo de comportamientos en varias centrales de emisión y recepción de llamadas en los Estados Unidos.
En sus conclusiones desvelan que «la interacción en un espacio ajeno a una sala de juntas se relaciona positivamente con la productividad», asegura Alex Pentland. Durante el estudio miembros del laboratorio entregaron a los empleados de los «call center» equipos electrónicos con los que pudieron medir su tono de voz y otros elementos como el lenguaje corporal.
Una vez analizados los datos, los resultados demuestran que «la energía del colaborador mejora cuando se le permite poner un alto en un momento del día», asegura Pentland.
La «pausa para el café» es más productiva, según sus conclusiones, si se considera que «las jornadas laborales son muy extensas».
Además de la relación entre los empleados la cafeína influye en el sistema nervioso, permitiendo aumentar la capacidad de atención y percepción. Además, mejora el tiempo de respuesta y la memoria a corto plazo, según un informe de la Escuela de Salud Pública y Medicina de Londres.
De todas formas, algunos especialistas alertan sobre «cafemanía», o el consumo en exceso de café, ya que ingerirlo de forma excesiva aumenta la producción de jugos gástricos, lo que podría provocar o empeorar problemas estomacales. Si las pausas para el café son demasiado numerosas, incluso puede llegar a producir taquicardias.
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