Bien utilizados, no solo limpian sino que ayudan a que penetren mejor los productos de tratamiento. Mal usados, pueden ocasionar hiperexfoliación o rojeces.
Es el artilugio eléctrico de belleza que lo ha petado este año. Como en su día sucedió con las depiladoras de uso doméstico o las planchas de cerámica, los cepillos de limpieza facial han armado tal revuelo en el universo de la belleza casera que si una no tiene uno de esos artilugios ni se ha planteado hacerse con uno, es que no está en el mundo.
La onda expansiva de este fenómeno viene, cómo no, desde Estados Unidos, y con un nombre propio: Clarisonic (con dos modelos: el Clarisonic MIA2TM por 149 € o el Clarisonic PLUS por 225 €. Ambos de venta exclusiva en Sephora). Un cepillo eléctrico creado a principios de los años 2000 por unos científicos de Seattle y que, a la chita callando, seduce a usuarios, dermatólogos, revistas de belleza y en un pispás, a famosos preocupados por su imagen como Gisèle Bundchen, Gwyneth Paltrow, Hilary Swank, Jessica Alba, Leighton Meester, Jake Gyllenhaal o Tom Ford.
El resto ya es historia: más de tres millones de unidades vendidas solo en Estados Unidos y la casa L’Oréal que les echa el gancho y adquiere la compañía. Este año han desembarcado en España y, en apenas unos meses, ya han engatusado a los adictos a la belleza (sí, adictos, con o, porque ellos también empiezan a descubrir los beneficios de limpiarse el rostro como es debido y que, anda, qué casualidad, desobstruyendo los poros se les enquistan menos los pelos de la barba y les salen menos granos).
El caso es que el concepto no es nuevo: limpiarse el rostro con un cepillito accionado con gráciles giros de muñeca, cuyas cerdas suavemente retiren restos de polvo, sudor, maquillaje… era un ritual de belleza habitual entre los que prefieren limpiarse el rostro con jabón. Los cepillos mecánicos aligeran el esfuerzo y limpian más en el mismo espacio de tiempo.
“Es una herramienta excelente para realizar una limpieza en profundidad en casa. Su uso ayuda a que el tratamiento anti-edad posterior sea más efectivo. La piel limpia es el primer paso de la belleza”, señala Felicidad Carrera, quien se decanta por el Sistema de Limpieza Facial 3 Áreas de Cuidados Intensivos OLAY Regenerist (39,99 €).
En esa línea también se mueve la dermopatóloga Adriana Ribé, directora de Ribé Clinic.“La limpieza facial con estos cepillos puede ser superior a la convencional a base de lociones limpiadoras o aguas micelares. Esto se debe a que el propio movimiento del cepillo ayuda a que penetre mejor el producto limpiador en los poros de la piel, eliminando más suciedad y grasa, al tiempo que hace un ligero masaje”. El mercado está en plena ebullición y Philips ya anuncia que en septiembre lanza su nuevo VisaPure (129 €, solo disponible en la tienda online del gigante holandés).
En Internet, además, pueden adquirirse otros muchos modelos. ¿Con cuál quedarse y cómo usarlo?
1. Vibración vs rotación
Según a quien se pregunte. Los cabezales de Philips, Nexa de MQBeauty (unos de los primeros en llegar al mercado español, 29,90 €, a la venta en Maquillalia) y Olay rotan. El de Clarisonic, solo vibra (es lo que llaman tecnología sónica). “El cepillo efectúa un masaje ligero sin desplazar ni un milímetro los tejidos. Simplemente, arrastra las impurezas.
Los cepillos rotatorios provocan que la piel se retuerza sobre ella misma dando lugar a una tensión de las fibras dérmicas que pueden acabar por romperse”, señalan desde la casa americana. Sin embargo, desde Philips apuestan por la vibración con rotación. “La vibración vertical separa suavemente las impurezas de la superficie, incluidos la suciedad, las células muertas de la piel y los restos de maquillaje.
El movimiento giratorio arrastra las impurezas, dejando la piel limpia en mayor profundidad”, explican en su dossier de prensa. Paz Torralba, directora de The Beauty Concept, advierte que
“si bien la vibración es buena porque reactiva la microcirculación, al arrastrar mucho la piel puede volverse reactiva”. Quienes han probado Clarisonic consideran la vibración una ventaja, ya que la espuma no sale despedida, con lo que se evita el efecto “espejo nevado”.
2. Exfoliación, ¿sí o no?
Aquí los expertos tampoco se ponen de acuerdo. En declaraciones a The Huffington Post, el dermatólogo Ariel Ostad alerta de los riesgos de exfoliar en demasía. “Todo tratamiento exfoliante en casa debe ser prescrito por un médico para evitar reacciones indeseadas”.
Para evitar la sobreexfoliación, tanto el de Philips como el de Olay incorporan temporizadores para usarlos, como máximo, un minuto. “Es tiempo suficiente para eliminar las impurezas de la piel, aumentar la exfoliación y la hidratación cutáneas”, explica la doctora Josefina Royo, directora del Instituto Médico Láser (IML) al referirse a los beneficios del Sistema de Limpieza Facial de Olay. Solar sugiere exfoliar durante dos minutos. Philips incluye, además, un cepillo específico para exfoliar que debe usarse, como mucho, una vez a la semana.
El DDF Revolve 400X Micro-Polishing System (99 $) habla directamente de microdermabrasión, gracias a sus 400 rotaciones por segundo con lo que exfolia 8 veces más que un producto usado manualmente.
3. Solo masajear
Un masaje facial además de relajar, estimula la producción de colágeno lo que, a la larga, mejora el aspecto de la piel. El kit de belleza de Solac, que además incluye un set de manicura, depilación o rizador de pestañas, lleva un accesorio masajeador facial, además del cepillo exfoliador y una esponja para la limpieza diaria. El SkinSonic de Sirius (49 $) también cuenta con cuatro cabezales diferentes: el cepillo limpiador, el exfoliante, el hidratante para distribuir el producto y el tonificante para masajear.
4. Con piedra pómez
Algunos cepillos buscan ser polifacéticos. La palma se la lleva el Advanced Cleansing System de Dermabrush
(29,99 $), con cepillo facial, cepillo corporal, esponja facial y piedra pómez para los pies.
5. A pilas o recargable
Los modelos más nuevos tienden a hacerlos recargables. No obstante, los artilugios más antiguos suelen ir a pilas (de 2 a 4 pilas AA). Es lo que sucede con el de Dermabrush o el Power Facial Cleanser de Conair (20,99 €).
6. Según el tipo de piel
“En pieles gruesas pueden ser beneficiosos. Pero en un rostro seco o sensible pueden dañar más que favorecer”, apunta Paz Torralba. Los modelos más avanzados del mercado, como el de Philips o Clarisonic, incluyen cabezales específicos para pieles normales, delicadas o muy sensibles, sensibles, y con poros dilatados. La diferencia está en el diámetro, número y longitud de las cerdas.
7. Personal e intransferible
Como el cepillo de dientes. Algo que arrastra impurezas del rostro, puede contener bacterias que irriten o infecten, causando alteraciones de la piel como acné. Esto vale para todos. Sin excepción.
8. Limpiador neutro
Con todo, y pese a lo milagroso que pueda resultar tal o cual cepillo, lo cierto es que hace falta otro elemento indispensable: un gel limpiador. “Siempre hay que buscar uno sin alcohol, ni parabenes, ni perfumes. Es importante no alterar el equilibrio del manto hidrolipídico”, explica Montserrat Quirós, directora del centro de Medicina Estética que lleva su nombre.
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