El comisario del caso afirma que Bretón estaba "parado, muy quieto y sin buscar activamente a sus hijos" durante la inspección de Las Quemadillas
Solo se puso nervioso cuando llegó a la finca de 'Las Quemadillas' y le preguntaron por la hoguera
José Bretón, durante la sesión de hoy. / Foto: Rafa Alcaide
Las continuas contradicciones y cambios de versión que dio José Bretón en las primeras horas sobre la desaparición de sus hijos, así como su actitud anormal y excesivamente tranquila, hizo pensar a los agentes que había “algo raro” detrás de lo sucedido, por lo que se convirtió en el primer sospechoso. El jefe de la investigación ha reconocido además que la forense que confundió los restos óseos como de animales “pudo haberse equivocado” aunque ha descartado que se vulnerase la cadena de custodia.
Los diversos agentes de policía que atendieron la denuncia de Bretón en esas primeras horas y que le acompañaron al parque y más tarde a la finca familiar de Las Quemadillas han coincidido en que se mostraba extrañamente tranquilo y que “no tenía mucho interés en facilitar datos”. “Estaba muy tranquilo, como si con él no fuera la cosa”, insistieron, y había que “sacarle los datos” porque no aportaba mucho, al contrario que otros denunciantes en una situación así.
"Era como un trámite que tenía que hacer", apuntó uno de los agentes, que ha asegurado que mostró más interés en las dependencias policiales o en acordarse de que tenía que llevar a reparar un electrodoméstico.
En este sentido, los agentes que han declarado en la séptima sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Córdoba han explicado que “nunca ofreció un relato continuado de los hechos, se quedaba corto en la explicación”, y que incurrió en varias contradicciones o cambios de versión.
Han relatado que nunca comentó que había estado en Las Quemadillas, y que no fue hasta que hablaron con su cuñado cuando conocieron lo que el acusado había hecho en horas previas. Al llegar a la finca, Bretón aseguró que había estado dentro del coche todo el rato, y hasta que no descubrieron la hoguera aún caliente no recordó que había quemado algunos papeles de su exmujer, a cuya familia trató de responsabilizar de lo sucedido con mucha insistencia.
Los testigos han contado que esa misma tarde se fueron para allá en busca de alguna pista de los pequeños, porque “sospechábamos que había algo raro” y que podía tener a los niños escondidos en Las Quemadillas, por eso la registraron de arriba abajo. Los agentes ya le dijeron a Breton que tenían dudas sobre lo que había pasado, y fue el único momento en que el acusado “bajó la cabeza” y no dio respuesta.
Por su parte, el que fuera jefe de la investigación, el comisario de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta UDEV Serafín Castro, ha insistido en que desde el inicio supieron que no se trata de una desaparición casual y que los niños estaban “sí o sí” en Las Quemadillas. Hicieron averiguaciones sobre otras posibilidades pero todas acabaron descartándose, por lo que Bretón siempre fue el primer sospechoso.
Castro ha indicado que aunque no sabe como murieron los niños y “objetivamente falta la prueba de ADN”, subjetivamente si cree que el acusado “quemó a los niños en la hoguera” por pura deducción lógica.“Es sencillo, desaparecen dos niños y se hallan huesos de menores en una hoguera en la casa familiar”..
Castro ha insistido en que parecía que “la cosa no iba con él”, en referencia al acusado, y ha relatado además un episodio en el que, tras indicarle los agentes que la teoría de que se perdieron en el parque había quedado desmontada, Bretón le reconoció que la parte del parque “la yo no la controlaba”.
El excomisario también ha defendido que en todo momento se mantuvo la cadena de custodia de los huesos hallados en la hoguera, y ha admitido que la perito forense “es una persona y está sujeta a equivocaciones o errores”, pero que a posteriori “ha rectificado su error”. No obstante, ha lamentado que dicho error retrasase la investigación.
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