sábado, 3 de agosto de 2013

El hombre que documentaba cada día de su vida


Una breve semblanza del genial Richard Buckminster Fuller. Si no te suena el nombre, ya estás tardando en buscar información, porque su vida y su obra son apasionantes. 

El caso es que, de vez en cuando, me llegan nuevos datos sobre este ingeniero, visionario, escritor, profesor, arquitecto… Sí, se dedicó a todo eso y más. El gran “Bucky” Vivió entre 1895 y 1983. 
Estoy seguro de que, de haber vivido hoy día, se hubiera convertido en una de esas personas que documentan todo lo que hacen a diario en forma de escritos, tweets, fotografías y vídeos. 

Comento eso porque me enteré hace poco que Fuller hacía lo mismo, solo que sin las armas digitales con las que contamos hoy.



Vista del Dymaxion Chronofile.

De hecho, existe todo un impresionante archivo que recoge la producción fruto de esa obsesión por documentarse a sí mismo. Se trata del Dymaxion Chronofile, el archivo en el que se recoge la vida de Fuller, de quien se ha dicho que es la persona de la que más documentación existe de toda la Historia. Documentación personal, claro está, porque muchos otros han dado como para producir verdaderos ríos de tinta por parte de terceros. 

El Dymaxion Chronofile se localiza en la californiana Universidad de Stanford y contiene más de 140.000 documentos, 1.700 horas de vídeo, miles de planos, dibujos, proyectos y objetos. Y no, en este caso no estamos ante el trabajo minucioso de historiadores o fanáticos de una figura célebre, nada de eso. 

Quien recogió todo fue el propio Fuller quien, entre 1917 y 1983 dedicó parte de cada jornada a clasificar y almacenar lo que le iba sucediendo o lo que se encontraba haciendo. Y, así, cada día, su archivo personal se iba alimentando con ideas plasmadas en cuadernillos, billetes de tren, facturas, fotografías y prácticamente cualquier cosa que pudiera archivarse.

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