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miércoles, 7 de agosto de 2013

Té y ‘zarusoba’ para el verano

Dicen los japoneses que lo mejor para el calor es comer comidas pegajosas



Zarusoba, fideos de trigo sarraceno fríos, acompañados de salsa y wasabi.

Los japoneses son, probablemente, uno de los pueblos que más disfruta de la comida. Su turismo interno tiene un carácter, entre otras cosas, eminentemente gastronómico. A pesar de que no acostumbran a deleitarse con una buena sobremesa, como se conoce en España,los nipones disfrutan como nadie de la comida de temporada pero de manera discreta y ordenada.

El verano en Japón es especialmentecaluroso y,sobre todo,muy húmedo, así que hay que combatirlo con todos los medios de los uno disponga. 

El mejor para la salud es una buena alimentación y mantenerse hidratado todo el día. Los japoneses beben té constantemente y, como es verano, lo que toca es matcha, té verde frío, o mugicha, té de trigo frío. Debo decir que te acostumbras y,con el paso del tiempo, incluso te haces adicto. Lo bebes a todas horas: es refrescante,antioxidante y está muy rico.

Con la comida no es diferente. Son asiáticos, así que el arroz o las sopas bien calientes a cualquier hora del día no suelen faltar. Pero tienen platos específicos para el verano que, aunque también se pueden consumir el resto del año, no son tan populares. Uno de los más comunes, y mi favorito, si se me permite,es elzarusoba, fideos de trigo sarraceno (soba) servidos en un plato de bambú (zaru) que se toman fríos y acompañados de una salsa para mojarlos compuesta de mentsuyu, salsa típica para fideos, nori (algas), cebollino y un poquito de wasabi. No sólo es una comida sabrosa, ligera y fresca, también es sana.

La soba es, dentro del vasto mundo de los fideos japoneses, la elegida por los tokiotas desde la época Edo pues, en torno al año 1800, se empezaron a detectar, entre la población de la ciudad, muchos casos de beriberi, enfermedad causada por la falta de vitamina B1 (tiamina) debido al exceso de arroz en la dieta. 

Para contrarrestarlo se hizo muy popular el consumo de soba por su alto contenido, precisamente, en tiamina. Desde entonces, los restaurantes de soba se multiplicaron e, incluso hoy en día, la ciudad está repleta de bares que preparan soba yudon (fideos más gruesos). 

Por esta razón, lasoba es un plato que puede ser muy barato, pues hay muchos restaurantes de comida rápida que lo sirven, pero también han proliferado dentro de la alta cocina y hay lugares que han adquirido una notable categoría como 'casas de soba', como es el caso, por ejemplo, del restaurante Kurosawaen Nagatacho. Un local mágico que pertenece a la familia del director de cine Akira Kurosawa y está ubicado en una casa tradicional japonesa llena de recuerdos del cineasta y sus películas.

Otros de los muchos platos específicos del verano japonés es uno que se prepara sobre un donburi, bol de arroz, y al que se le añadenatto, soja fermentada con una textura pegajosa y un sabor difícil, yamaimo, un tipo deyuka que potencia la eliminación de grasa, y verduras, todo ello acompañado de un onsen tamago, huevo a medio camino entre crudo y cocido.

Dicen los japoneses que para mantener el nivel de energía a pesar del calor y proteger el estómago de las bebidas frías durante el verano hay que consumir alimentos pegajosos 

domingo, 14 de julio de 2013

La receta: Pasta fresca con piquillo y piparras



Ingredientes:

Para la pasta fresca

325 g de harina


160 g de yema de huevo

15 g de leche entera


Para cocinar la pasta

4 pimientos del piquillo

1 pipara picante (guindillas verdes)

1 cuchara sopera de agua de piparra y 1 jugo de piquillo

1 nuez de mantequilla


Para el aceite picante

0.5 litros de aceite de oliva virgen

5 guindillas de cayena

5 g de pimienta negra

1 hoja de laurel

1 rama de romero


Preparación:

Para preparar la masa

En un bol pondremos la harina, la yema y la leche y con la ayuda de las manos iremos mezclando todos los ingredientes hasta conseguir una masa dura. Ya fuera del bol amasaremos hasta que la masa quede homogénea. La dejamos reposar tapada con un trapo en la nevera durante una hora.


Para el aceite

En una botella de cristal o un bote cualquiera del mismo material pondremos las especies para poder confeccionar el aceite picante con el que vamos a aliñar la pasta al final. Meteremos los ajos, las guindillas de cayena, la pimienta negra y la hoja de romero y laurel. Lo cubrimos con aceite de oliva virgen extra y lo dejamos macerar. Hay que pensar que cuanto más tiempo dejemos reposar, más fuerte se vuelve el aceite y más picante. 

Cuando esté a nuestro gusto colaremos y así no irá macerando más. Con la ayuda de una máquina para estirar pasta, estiraremos la masa y cortaremos espaguetis redondos o planos según se quiera. Formaremos nidos en una bandeja y los espolvorearemos con bastante harina para que no se nos peguen. Reservaremos en la nevera.

Para cocer los espaguetis

Mientras los espaguetis reposan en la nevera cortaremos el pimiento del piquillo en daditos pequeños y las piparras picantes en aros y reservaremos. Pondremos una olla de agua a hervir y la pondremos a punto de sal. Sumergiremos los nidos de espaguetis en el agua y con la ayuda de una espátula los iremos separando para que queden sueltos. 

Los tendremos en el agua 1 minuto y los enfriaremos y escurriremos. En un bol pondremos la pasta bien escurrida y le incorporaremos el piquillo y los aros de piparra. Aliñaremos todo con aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta y un chorrito del aceite picante que hemos hecho antes.